Tarde o temprano, todo propietario de un amigo de cuatro patas experimenta ladridos incontrolables y sostenidos. Este comportamiento conlleva un montón de emociones negativas: noches sin dormir, miradas de los vecinos, dolores de cabeza y mayor irritabilidad. Si sabe todo esto por experiencia propia, probablemente se haya preguntado cómo hacer frente a los ladridos no deseados. En este artículo detallaremos algunas de las mejores formas de hacer que su perro deje de ladrar sin motivo en casa. Para empezar, debemos llegar a la raíz de las causas de los ladridos.

Por qué ladra su perro en casa: ¿Cuáles son las causas más comunes?

He aquí una lista de las más comunes:

Enfermedad. Antes de empezar a quejarte, observa bien a tu perro para ver si te está haciendo saber que algo le preocupa. Si los ladridos persisten, incluso por la noche y durante las comidas, póngase en contacto con el veterinario, que puede tanto descartar la posibilidad de enfermedad como prevenirla en una fase temprana en caso de que haya motivo de preocupación.

Ansiedad. Puede manifestarse tanto de forma negativa como positiva. El timbre de la puerta, la llegada del dueño, un partido, una tormenta, un gato que pasa... todos estos factores afectan al estado emocional del perro y pueden provocar ladridos.

Miedo. Ésta es quizá la causa más común de ladridos en los animales de cuatro patas, por lo que adoptan una postura defensiva y dejan claro que están listos para defenderse. Por este motivo, los perros ladran cuando están solos o en espacios reducidos.

Falta de atención. Los ladridos fuertes pueden ser una señal de que un perro quiere atención. Esto ocurre especialmente cuando deja a sus mascotas solas en casa.

Agresión. Tenga en cuenta que los perros tienen un instinto muy protector. Su función es proteger su territorio y a sus dueños. Se necesita paciencia y esfuerzo para evitar que su mascota ladre en casa.

Cómo hacer que tu perro deje de ladrar: errores de los padres

A menudo la gente comete algunos errores graves que empeoran las cosas:

Gritar para calmar a la mascota. A menudo, los dueños alzan la voz y amenazan a sus perros para que dejen de ladrar, pero el ruido fuerte sólo agita a la mascota y hace que ladre el doble. Además, el tiro les sale por la culata, que suele ser el objetivo de los ladridos.
Manipulación. Nunca ponga las manos encima de sus mascotas. Recuerde que una vez soñó con su amigo de cuatro patas, sobre todo porque su amor y lealtad hacia usted no tienen límites.
Entrenamiento irregular. Para tener éxito en cualquier cosa que te propongas, necesitas practicar con regularidad. Lo mismo ocurre con el adiestramiento: sólo con una práctica regular y continuada se puede eliminar el hábito de ladrar.
Indulgencia. A menudo estamos dispuestos a dejar de ladrar y permitir que nuestras mascotas hagan lo que quieran: dejar de hacer sus necesidades y jugar con ellas, darles un trozo de tocino de la mesa, levantarnos en mitad de la noche y sacarlas a pasear. Pero todo esto sólo afecta negativamente al proceso de crianza. El perro entiende que se le puede manipular, lo que significa que los ladridos no tendrán fin.
Indiferencia ante los motivos de los ladridos. Para eliminar este hábito de tu amigo de cuatro patas, primero debes escucharle. Puede ser su forma de comunicar su angustia. Preste atención a cómo se comporta: qué le produce ansiedad y le hace gritar.
La paciencia, la constancia y evitar los errores anteriores deberían ayudar a superar sus malos hábitos. La mejor forma de corregir el comportamiento no deseado de un perro es mediante el adiestramiento y el ejercicio regular.